4/6/09

cosas de la vida

He vuelto señores. Por desgracia dos factores casi fuera de mi control me mantuvieron alejado de ustedes… ya sé que no les importan mis motivos, pero se los explico para que no piensen que falta voluntad.

Sucede que fui víctima (una vez más) del control monopólico de las empresas estatales con su intervención cruel y despiadada; resulta que me cortaron la luz durante dos semanas enteritas por una confusión de la que yo nunca tuve la culpa, en realidad esta culpa era de un banco y de nuestra querida CFE, pero como ya sé que al sector privado o al paraestatal no se les gana una, esperé pacientemente a que me reconectaran la luz, pero nel… después de muchos golpes contra las sillas y la puerta del baño al fin tengo luz.

Y el segundo factor es que he conseguido un trabajo el cual durante toda la semana anterior me exigió estar de un lado para otro casi todo el día. Ahora entiendo porque los negros y todos los que alguna vez fueron esclavos se quejaban tanto de no tener libertad y esas cosas. Bueno pero el asunto no es tan exagerado, cuando menos percibo un sueldo ¬(al menos ya soy productivo para la sociedad, aplausos por favor) en lo que decido que hacer con mi vida. Yo tanto que deseaba trabajar en algo que me gustara, contradicciones de la vida… ña.

Lo bueno de esto es que encontré algunos momentos para pensar en cosas más importantes que en la novela de las 9...me llamaron la atención varias frases, que por coincidencia leí en alguna parte.

“Hay algunos cuantos tontos, que en lugar de gobernarse ellos mismos prefieren ser gobernados por otros” Thomas Hobbes

El panorama sombrío de mi vida (que casi siempre es así) me puso a pensar en estos días, recordé cuando jugaba Age of Empires en el centro de computo de mi prepa y refrendé la creencia popular de que los seres humanos somos unos borreguitos dóciles que nos dejamos dominar sin más. En el juego puedes controlar la civilización a tu antojo y decidir sobre todos los aspectos económicos y sociales; pero quién soy yo realmente para decidir el destino de una sociedad, por qué habría de tener yo el derecho de controlar a la humanidad a mí antojo, claro está que es un juego, pero si lo traducimos a la realidad es algo muy parecido. Todos sabemos que los países e incluso el mundo los domina una cantidad reducida de personas, menos del 10 % de la población mundial; ¿a qué se debe tanta docilidad?

“Aquel que sabe debe mandar, y el que no sabe debe de obedecer” proverbio italiano

La frase anterior tal vez da una respuesta a la docilidad de la gente, a mí propia docilidad. Muchos autores coinciden en que la sociedad moderna está dominada por la información, por lo tanto el que la tiene y la genera posee poder de mando sobre los demás; es entonces cuando me siento mal por mi pendejez y la de la mayoría de la gente, incluso estamos orgullosos de que así sea.

Las historias individuales son un caudal entrelazado con los acontecimientos sociales que nos rodean. Mi vida está unida por un vínculo social irrevocable con los cabrones que cortan la luz y en cierta manera está dominada por los hijoputas que dirigen al mundo y al país, a final de cuentas ellos también son historias individuales y qué haría yo en su lugar para mejorar a la sociedad… nada, viviría feliz de ser un mala leche (tal vez ni siquiera sabría que lo soy), porque así lo habría determinado mi educación social y mi salario; mundo de mierda.

Los dejo con la novena tesis de Walter Benjamin…

Hay un cuadro de Klee que se titula Angelus Novus. Se ve en él un ángel, al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava la mirada. Tiene los ojos desorbitados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la historia debe tener ese aspecto. Su rostro está vuelto hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que arroja a sus pies ruina sobre ruina, amontonándolas sin cesar. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo destruido. Pero un huracán sopla desde el paraíso y se arremolina en sus alas, y es tan fuerte que el ángel ya no puede plegarlas. Este huracán lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas, mientras el cúmulo de ruinas crece ante él hasta el cielo. Este huracán es lo que nosotros llamamos progreso.

3 comentarios:

ge zeta dijo...

Pues suerte en todo. Aplausos


Y postea más seguido jojojoj

Fede Fiesta dijo...

Lo que mencionas es muy cierto. Es simplemente el resultado de que a lo largo de los años el número de personas que "mandan" es muy pequeño en relación al número de personas que "obedecen". De forma que las sociedades se han adaptado y han aprendido a tomar incondicionalmente esa actitud de rebaño.

Hoy en día muchas de las "virtudes" morales de una persona se relacionan directamente con esa actitud de obediencia.

Darse cuenta es el primer paso jeje

Saludos

RokCK dijo...

Yo quisiera dejar de ser de los que "obedecen"... Pero me da asco el mundo de los que "mandan"... :O